¿Cuantos libros se han escrito sobre la felicidad y sobre «Las claves de la felicidad». Muchos me preguntáis constantemente sobre ello.
Siento decirlo, pero no hay ninguna poción mágica para ello, ¡ya me gustaría! Y, a reglón seguido, también quiero apuntar que tampoco existen recetas que valgan para todos. Somos únicos y, por tanto, el camino para disfrutar de una vida plena y que nos haga felices también es individual, personal… único e intransferible. No valen fórmulas ajenas. Debemos encontrar la nuestra, la que nos va bien a cada uno de nosotros.
Dicho lo cual, sí que hay algunas cualidades imprescindibles. Como dicen los matemáticos, condiciones necesarias, aunque no suficientes. Pero sin ellas no vamos a ninguna parte.
Probablemente, la más importante la CONFIANZA. Pensadlo durante un instante. Nuestra vida entera se basa en relaciones de confianza: el sistema político que rige los Estados en los que desarrollamos nuestras vidas, las transacciones financieras, nuestras relaciones laborales y por supuesto, las sociales y familiares… ¿qué sería de ellas sin confianza? No podemos ni concebirlo, ¿verdad? Nos fiamos de nuestro médico, de la comida que sirven en nuestro restaurante habitual, de los maestros que cuidan de la educación de nuestros hijos, del mecánico que repara nuestro coche… todo es CONFIANZA. Es la clave de arco del sistema que, tal y como está ocurriendo en nuestros días, cuando se pierde, hace que todo se desmorone a nuestro alrededor y sobrevenga la crisis: política, financiera, social y de valores.
Pero la CONFIANZA más importante, en la que todo comienza y termina, cual alfa y omega, es la que se tiene en uno mismo. CONFIANZA necesaria para el éxito, para la felicidad y para la vida. Ya, pensaréis… y eso, ¿cómo se consigue? Pues tampoco en este punto existen reglas universales. A pesar de ello, he intentado reunir una serie de recomendaciones mínimas que suelo usar con mis clientes para que logréis esa confianza.
Lo más importante para ganar confianza en ti mismo es CONOCERTE muy bien. Trabajar duro para saber cuáles son tus valores, los principios que rigen tus acciones. Con valores y principios podremos ponernos metas alcanzables y trabajar duro para conseguirlas.
Lo anterior exige ser HONESTO contigo mismo, siempre.
Y todo ello debe ir unido a un requisito imprescindible: FUERA GENTE TÓXICA y RODÉATE DE GENTE BUENA. Así de simple pero así de importante. De gente que derroche bondad y emociones positivas. Ningún jefe será bueno si no es capaz de crear a su alrededor un buen ambiente de trabajo, si no es capaz de detectar las personas que harán que su empresa, su equipo, triunfe. Aprended a daros cuenta de que hay gente que os carga de energía… y gente que os ‘chupa’ energía y que actúan como auténticos ‘vampiros’ emocionales. Pensad en ello un minuto y… ¡veréis qué sorpresa os lleváis! Seguro que estáis en condiciones de identificar en vuestro ámbito familiar o laboral a unos y a otros. A gente estimulante pero también a gente tóxica. Id con cuidado con los envidiosos, pesimistas, negativos, conformistas, parásitos, amargados de la vida… con todos los que os intenten cortar las alas. Tened cerca a quienes os puedan enseñar y os dicen las cosas a la cara. En España, el éxito es algo que, por lo general, más que admiración causa miedo y desconfianza en los débiles y en los envidiosos… ¡huid de ellos! A los políticos aconsejo ser asesorados por gente seria y valiente, NO pelotas que dicen solo lo que quieres oír, lo bueno que eres. Si quieres mejorar de verdad, contrata a alguien que te diga especialmente tus puntos débiles, lo que haces mal, fatal.
Para ser feliz también es imprescindible APRENDER DE LOS MEJORES, de los que han conseguido lo que quieren, de los que han logrado culminar sus sueños, sus ambiciones. No se trata de copiar a nadie, sino de aprender de los que han utilizado las palancas adecuadas para alcanzar sus metas. Ver que otros pudieron os animará a seguir adelante y a perseguir lo que añoráis. Encontrad la fuerza para salir de vuestra zona de confort buscando cada vez otra. Es un bulo decir que la zona de confort es mala, lo que hay que hacer es que cambie según nuestras motivaciones y nos permita crecer y ganar cada día más confianza en nosotros mismos. EN LA VIDA NECESITAMOS PASAR DE UNA ZONA DE CONFORT A OTRA.
Ahora bien: ¿cómo se realiza este viaje entre zonas de confort? ¿Cuál es la brújula? VUESTROS ÉXITOS SON VUESTRA GUÍA… LOS FRACASOS, TAMBIÉN. Los éxitos y los fracasos tienen memoria y están estampados en nuestras neuronas. Necesitáis aprender de las experiencias negativas y usar las positivas como abono para vuestras nuevas ambiciones. Las proyecciones de nuestras ambiciones se refuerzan con los recuerdos del pasado, los buenos.
Otra clave de la felicidad es la risa. Reíros de vosotros mismos y tened SENTIDO DEL HUMOR. Hay que aprender a reírse, a sonreír. La vida es algo serio y hay que tomársela en serio, pero es muy corta y hay que disfrutar de los buenos momentos al máximo y CELEBRAR todo lo bueno que nos ocurre sonriendo a ella. CARPE DIEM!
Si he empezado mencionando la confianza, esto me lleva al siguiente punto: incluso los introvertidos, los tímidos, tienen que aprender a HABLAR EN PÚBLICO y hacerlo todas las veces que puedan. Es una de las cosas que más refuerza la confianza en uno mismo. ¡Lanzaos! El miedo al ridículo no sirve para nada. Es como aprender a hablar un idioma: cuanto más lanzado eres, más fácil será hacerte con otra lengua. ARRIESGARSE es una cualidad imprescindible para todo líder que quiere realmente llegar a triunfar. Sin llegar a sus excesos, necesitamos aprender de los tertulianos, de los todólogos. Hay que perder la vergüenza a hablar y opinar incluso de cosas que no tenéis totalmente controladas. No hace falta saberlo todo y conocer detalles de cada cosa para hablar de un tema. Todos tenemos opiniones propias pero, por miedo a no gustar, a veces no nos atrevemos a expresarlas. Vuestra opinión es tan válida y respetable como la de los demás. No seáis arrogantes, pero tampoco os infravaloréis. Si ya formas parte de un equipo de dirección, tu crecimiento profesional dependerá mucho de tu capacidad de ejercer un liderazgo trasversal, interdepartamental, valorarán mucho tu capacidad de aportar sugerencias, valor añadido también a otras funciones de la empresa. A veces no tener un conocimiento específico, detallado de una función, permite aportar soluciones inesperadas.
Este crecimiento implica dos valores fundamentales: HUMILDAD y AMBICIÓN, términos que, aunque muchos se empeñen en contraponerlos, no van reñidos. El hambre de éxito no es incompatible con el tener los pies en el suelo, el pragmatismo, el sentido común.
Hacer DEPORTE es otra clave para ser feliz. Ya lo decían los clásicos: Mens sana en corpore sano. Cuidad vuestro aspecto físico y adecuad tu manera de vestir a tu personalidad. NO se trata de ser más guapos, sino sencillamente de sacarnos partido, de vernos guapos. Sé que es duro decirlo, pero ¿alguien duda que mucha gente nos juzga también por nuestro aspecto físico? ¿Alguien puede decir que todo esto nos da igual? NO, no nos puede dar igual porque mirarnos en el espejo y gustarnos es parte de ese camino, a veces complicado, para hacer crecer la confianza en nosotros mismos.
Otra de las claves en las que siempre incido es no olvidar nunca los sueños de vuestra NIÑEZ. El Niño que tenemos dentro es clave. ¿Qué diría El Niño que fuiste del adulto en que te has convertido? ¿Le gustarías al niño que fuiste, estaría orgulloso de ti?
Si por algo destacan los niños es precisamente por su capacidad creativa. Así que usad toda la CREATIVIDAD que tengáis y desarrolladla más si es una área de mejora. Más que nunca un buen liderazgo está ligado a la capacidad de ser creativo, de pensar out of the box.
Y para ser creativo es importante no dejar de lado tus HOBBIES. Las responsabilidades nos llevan a postergar lo que nos llevaba a estar bien y ser felices de niños.
Por último, usad siempre vuestra PASIÓN como gasolina para vosotros mismos y acelerador motivacional para vuestros equipos. Tu energía, tu capacidad de arrastre serán clave para que todos te sigan como un imán.
Es importante poner en práctica todos los consejos anteriores, pero sin someternos a una presión excesiva. Sed ambiciosos pero tampoco no os exijáis demasiado, no sea que os convirtáis en vuestro peor enemigo. Hay que ser optimistas pero realistas con lo que podemos conseguir. No se trata de pasar de un extremo a otro de la noche a la mañana, sino de ir venciendo y derrotando las pequeñas resistencias que todos tenemos… eso sí, todos los días. El mayor enemigo en los procesos de desarrollo personal es la impaciencia, el querer ir demasiado rápido, el pensar que hay milagros y que alguien puede, con la mera lectura de un libro y cuatro sesiones de coaching, alcanzar el triunfo. ¡Lo milagros NO existen! Pero sí el desarrollo personal. No voy a decir la tontería, con todo el respeto, que usan muchos gurús: «¡Todo es posible! ¡Querer es poder! ¡Tú puedes alcanzar todos tus sueños!». No, no es así. La verdadera búsqueda de la felicidad consiste en marcarse objetivos que podemos realizar teniendo en consideración nuestro potencial máximo.
La confianza en uno mismo está hecha de trabajo diario, de un profundo conocimiento de nosotros mismos. De nuestro ‘yo’ interior. De nuestras virtudes y fortalezas, pero también de nuestros defectos y áreas de mejora. ¡A por ello y nunca volváis atrás!