Tiempo de retos nuevos
Faltan solo dos días para la Navidad 2020, un año terrible que ha cambiado y en muchos casos, devastado nuestras vidas. El coronavirus, la pandemia, han trastocado nuestros planes hundiendo la economía y llenando de muerte y dolor las casas de muchas familias en España y en todo el mundo.
En un momento de cansancio generalizado y ya cortos de energía, a la espera de un merecido descanso, me ha parecido que el mejor regalo para todos vosotros era contestar a la pregunta que más se me ha hecho en este año en cuanto a la relación emocional: ¿Que hacer para ser más creativos? ¿Cómo ser los reyes de la innovación? ¿Cómo reinventarse y superar momentos durísimos y nunca vividos?
En realidad no hay ninguna pócima mágica o secreto para ser más creativos de lo que nuestro ADN nos permita, pero si hay unas pocas reglas para liberarnos de aquellos vicios que matan nuestra creatividad, restando energía a nuestra capacidad de imaginación e innovación.
El PRIMER vicio es el terrible síndrome del experto. Estamos saturados de expertos, encontramos gurús en todos los campos y la tentación es mirar constantemente a los que estos fantasmas no dicen y hacen. Lo mejor es pensar y sentir con nuestra cabeza y corazón y no dejarnos manipular por los demás y menos por estos falsos “todologos”. En época de crisis necesitamos usar nuestros recursos, conseguir sacar el máximo partido a nuestros puntos fuertes y hacer de nuestra unicidad y autenticidad las auténticas claves de nuestro día a día.
Vicio numero DOS es la tendencia a crear y evaluar simultáneamente. Cuando hablamos de creatividad, lo de matar dos pájaros de un tiro es un error. Hay un momento para crear cosas nuevas y dejar volar nuestra fantasía como un tsunami de ideas, y otro para evaluar y ser pragmáticos, teniendo los pies pegados a la tierra.
Es importante en el TERCERO no crear teniendo miedo al error y al fracaso. Los grandes errores son nuestra puerta de entrada a los inventos más ingeniosos y a los descubrimientos para revolucionarios.
CUARTO vicio es la necesidad de tenerlo todo siempre atado. A veces, cuando nos da la vena creativa, surgen ideas que a pesar de gustarnos acabamos desechando porqué, por algún motivo, no nos cuadran. Tenemos que acostumbrarnos a aquel mínimo de ambigüedad que da relevancia a las ideas y ver las cosas en perspectiva y, por supuesto, pasar un poco de lo que opinan los demás. Os imagináis a Pablo Picasso, uno de los genios más creativos de todos los tiempos, preguntandor a los demás todo el tiempo su opinión sobre sus obras. Estaría muerto sin haber creado nada. ¡Dejar que los demás opinen y escuchar a los demás sin dejar que manipulen vuestra fuerza creativa!. Buscar en ellos una palanca de ideas y no un freno a vuestras capacidades.
También os invito, cuando os pongáis frente a una decisión, a medir la información a utilizar. Así como los excesos de comida os provocan empachos y de bebida borracheras, el exceso de información puede provocar inacción. Un poco de ignorancia facilita nuestro proceso creativo. ¿Qué os gusta más, alguien que lee un discurso aburriendo a los monos con su precisión o quien, sin leer, transmite con emoción, a lo mejor olvidando alguna palabra?
Por último deciros que nuestra sociedad nos ha habituado a vivir en estado de estreñimiento mental y emocional, limitando nuestra capacidad intelectual, abortando nuestra capacidad de pensar en grande, de soñar, de ilusionarnos por las cosas. Normalmente tenemos creencias limitadoras que nos frenan, nos empequeñecen, saber reconocerlas es la clave para desarrollar nuestros procesos creativos. Liberarnos de las cadenas que la sociedad y la educación nos ponen a los pies, nos permite volar. Estos falsos límites son eso, falsos, inútiles, sin sentido.
¡Por Navidad déjate volar! Piensa en todo lo que este año no has hecho por miedo, a las decisiones que no has tomado porque alguien te ha influenciado negativamente. Cuelga en el árbol cada uno de los sueños para el año nuevo y vive estas Navidades como el momento clave para quemar limitaciones y encender nuevas ilusiones para crecer en 2021.
Los años de crisis como este 2020 nos dejan cicatrices, nos marcan a nivel emocional, a menudo desgastan nuestras seguridades, pero solo mirando en nuestro espejo interior y bebiendo de nuestro tesoro emocional, podemos levantar el vuelo y mirar al futuro con ilusión y creatividad, con pasión y energía, con fuerza y generosidad.
Ha sido un honor compartir mis emociones con todos vosotros y el año que viene estaré a vuestro lado para sacar lo mejor de las pequeñas cosas que cambian la vida y nos hacen “pequeños gigantes”
Buon Natale y Felice 2020