Trump, un liderazgo basado en la confrontación

En medio de la mayor crisis sanitaria que ha conocido el mundo moderno, el presidente de la nación con mayor peso internacional, Estados Unidos, anunció esta semana que rompía definitivamente con la Organización Mundial de la Salud (0MS).

Donald Trump hacía pública su decisión de suspender las contribuciones del país norteamericano a la OMS. Esta organización ya atravesaba un momento crítico desde que comenzó la crisis del coronavirus que, ahora, deberá enfrentar con un menor músculo económico.

Muchas son las cuestiones que se nos vienen a la cabeza…

¿Cuánto pierde la Organización con esta decisión? Se estima que este organismo dejará de percibir 400 millones de dólares.

¿Por qué Trump toma esta decisión ahora? El presidente americano acusa a la OMS de una “pésima gestión”. Esta es solo la primera de muchas acusaciones que el líder populista ha vertido sobre la organización.

Entre estas graves acusaciones, Donald Trump ha insinuado que la organización ocultaba información favoreciendo a China, un país que, según el presidente, no ayudó a que el brote del virus fuera controlado en sus inicios, evitando que se propagase por todo el mundo.

Si escuchamos las voces americanas más críticas con el presidente, se trata de una estrategia para encontrar una cabeza de turco, alguien o algo a quien echar la culpa de los destrozos de la pandemia en Estados Unidos.

Sus cifras son terribles, el virus ha dejado ver la debilidad del sistema sanitario. En el sistema federal de los Estados Unidos, son los gobernadores de los diferentes estados quienes tienen la obligación de tomar las medidas, eso sí, es el gobierno de la Casa Blanca quien debe diseñar las políticas generales, tales como la declaración de emergencias, aportar recursos… es decir, debe de liderar a los estados.

Es en estas circunstancias cuando más se necesitan liderazgos fuertes y responsables. Hoy podemos comprobar las consecuencias de un mal líder. Estados Unidos es el epicentro mundial de la pandemia, superando los 100.000 fallecidos y con casi dos millones de contagiados confirmados.

Las continuas críticas a la Organización Mundial de la Salud, al Gobierno Chino y a los opositores del presidente, distraen la atención de lo verdaderamente importante: el sistema americano de salud no cubre los niveles básicos.

Las enormes desigualdades sociales del país se han hecho más presentes que nunca, así lo demuestran las cifras, reflejando que las zonas más pobres del país son las más afectadas por el virus. A aquellos para los que quedarse en casa significa no poder comprar comida, de nada les vale las recomendaciones de no salir a la calle, una población desprotegida que hace que muchos norteamericanos se cuestionen el modelo de país que quieren.

Cierto es, que la OMS necesita mejorar y ha cometido graves errores durante la pandemia, el presidente Macron habla por ejemplo de “falta de reacción y autonomía”.

Pero, de nada vale ahora aumentar en la división y confrontación internacional, habrá tiempo en el futuro de ajustar cuentas, ajuste que podrán realizar los estadounidenses en las próximas elecciones.

Rodrigo Panero, Consultor en Gala Political Center, Padula&Partners Group.

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