La oposición deja en el aire la próxima prórroga de las medidas contra el coronavirus
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este sábado que solicitará al Congreso una nueva prórroga del estado de alarma a lo largo de la próxima semana. Hasta aquí nada inesperado, aún nos encontramos en una situación sumamente delicada, así lo entendemos la inmensa mayoría de españoles, y nuestra lógica lleva a pensar que es normal continuar con las medidas del estado de alarma.
Sin embargo, esta lógica no parece abundar en todos los lugares de nuestro país, en especial si la buscamos entre los sillones de la oposición. En palabras del presidente del Gobierno, la prórroga es “el único instrumento jurídico para restringir la movilidad”. Parece olvidarse de todas aquellas veces que el grupo socialista aseguraba que la, todavía vigente, ley mordaza era un elemento peligroso que podía atentar contra nuestro libre movimiento al antojo del gobierno del Rajoy.
Lejos de defender esta ley, es evidente que se hace necesario restringir la movilidad por un tiempo más, pero, no parece ser suficiente para convencer a una mayoría del parlamento, al menos, por el momento.
Los diferentes grupos parlamentarios están cada vez más insatisfechos con el mando único. Las primeras voces en contra de un mando central fueron, cómo no, de los nacionalistas y algunos regionalistas, partidos que miran con recelo cada vez que el gobierno central se acerca a sus competencias, una mirada con demasiada miopía que les impide tener visión de estado.
Pero… y partidos como Ciudadanos o el Partido Popular, dos grupos transversales a toda la nación, ¿por qué ellos se muestran reticentes a aprobar esta nueva prórroga?
Una respuesta rápida puede estar en los errores de comunicación que el Gobierno ha cometido, como el mismo Pablo Iglesias ha reconocido. Los portavoces del Partido Popular continúan insistiendo en que se enteran de las medidas por los medios de comunicación y que su líder, Pablo Casado, no ha podido hablar directamente con Sánchez desde hace dos semanas.
Una respuesta más desarrollada, puede ser que los partidos de la oposición se sienten chantajeados por el Gobierno. Así lo vemos con los Planes de Financiación ICO, condicionados a la aprobación de la continuación del estado de alarma. Una media que influye mucho más en el electorado de Ciudadanos y Populares
La situación es cada vez más tensa, a cuatro días de que se deba aprobar la continuidad del estado de alarma, los populares nos anuncian que aún no han decidido su voto. El presidente de la oposición ya anunció el pasado 29 de abril que “no apoyará al Gobierno en el ridículo”.
En un lado mucho más moderado, quizás recuperando ese centro que tanto echó de menos, Ciudadanos en las anteriores elecciones, encontramos a Inés Arrimadas. La líder naranja ha expresado con dureza sus críticas al Gobierno, pero por el momento no ha puesto en duda su apoyo a la prórroga. Un punto de estabilidad que se agradece.
El tiempo pasa y los números no dan. Me imagino a los estrategas del Gabinete del Gobierno, que no han soltado su calculadora desde la moción de censura, contando ya cada sí y cada no para la votación del próximo miércoles. Los síes de Unidas Podemos, PSOE, Más País, Comprimís y otros menos numerosos están garantizados, pero no alcanzan los 176 necesarios para la mayoría absoluta. Espeluznante verdad, como nos recuerdan estos números a división de las pasadas elecciones.
Este miércoles no podemos fallar. Los políticos deben de estar a la altura del momento histórico. Cuando llegue el momento de la votación del estado de alarma, debe haber un número suficiente de votos que dé estabilidad a la nación. De lo contrario, nos encontraremos en un caos administrativo, la guinda del pastel en esta horrible crisis.
Tiempo habrá para las críticas feroces, los insultos y la tensión. Ahora es el momento de mantenernos unidos con respeto al oponente y visión de estado. Así mismo, que el Gobierno y la oposición no olviden que ambos están en un parlamento para llevar un país adelante.
Rodrigo Panero, Consultor Político para Gala Political Center.