LOS PACTOS DE SÁNCHEZ

LOS PACTOS DE SÁNCHEZ

¿Quién dijo que los españoles no están acostumbrados a negociar? No es un tópico… es que siempre ha sido así. A diferencia del mundo anglosajón o de países como Italia, los españoles están muy poco acostumbrados al ‘Win Win’. Así lo he repetido siempre, de igual forma que he explicado en reiteradas ocasiones que los españoles solo concebimos la negociación como una forma ‘de llevar al huerto’ al contrario.

Pero las últimas y frenéticas semanas de la política española están obligando a revisar a toda velocidad tópicos, a superar viejas y rancias costumbres y a dejar a un lado los ‘egos’, tan arraigados en la política española.

La endiablada aritmética postelectoral tras las citas del 28 de abril y del 26 de mayo, no ha dejado otra alternativa.

Cada día, una ‘final’…

Hoy lunes, 10 de junio, era uno de los infinitos ‘días D’ que nos esperan a partir de ahora. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibió en La Moncloa a los líderes de tres de los cuatro partidos más importantes de la oposición. Lo hizo, eso sí, de forma un tanto extraña; primero, por la mañana, a Pablo Iglesias, que tras su batacazo electoral ha quedado como el cuarto partido en representación parlamentaria, fracasado ya su intento de ‘asaltar los cielos’. Solo tras verse con Iglesias, el ‘comandante en jefe’ tenía a bien recibir a Pablo Casado, líder del PP y segundo partido de España, y a Albert Rivera, presidente de C’s que cuenta casi con los mismos escaños que Casado. El presidente no ha ignorado a los nacionalistas, pero si a Bildu y a Vox, en una polémica equiparación.

Podemos sí, Podemos no… Podemos sí… ‘pero solo un poquito’

Los socialistas llevan semanas ‘jugando al gato y al ratón’ con Podemos; saben que una coyunda con ellos les resta, más que sumarles. Y que con los 42 escaños de la formación morada no suman la ansiada mayoría absoluta, lo que convierte a los de Iglesias en una formación muy poco relevante, a efectos prácticos. Los de Iglesias, mejor dicho, este mismo, llevan en cambio desde el 28-A con la matraca de entrar en el Gobierno, como si no se hubieran enterado bien de que han perdido casi 30 escaños y que no están en condiciones de exigir nada. ¡Qué lejos quedan aquellos días de marzo de 2016 en los que el líder ‘coletero’, en un claro intento de humillar a un mermado Pedro Sánchez, le exigía cinco carteras ministeriales y el control del CNI y de RTVE a cambio de apoyar su investidura, cosa que finalmente no hizo, cediendo el paso a Mariano Rajoy! Uno de los mayores errores estratégicos en la historia de Podemos.

Tras la reunión de este lunes, no está muy claro qué han acordado. Adriana Lastra, lugarteniente de Sánchez, habla de un ‘gobierno de cooperación’… un ejecutivo plural e integrador, pero cuya articulación no ha explicitado y que de materializarse constituiría un hito revolucionario en la ciencia política por su ausencia de precedentes en ningún otro país del mundo.

Los de Iglesias, se dan por satisfechos. No sé si son conscientes de que el PSOE les va colocando exactamente en el sitio en el que quieren tenerles, pero de ser así lo disimulan muy bien. Según ha explicado su máximo responsable, lo importante no es el nombre sino los contenidos. Supongo que tiene muy claro que ni Sánchez, ni Lastra, ni Ábalos ni Calvo le quieren como ministro… pero a él le da igual.

¿Independientes? ¿De quién?

La fórmula que parece más probable es la de la incorporación de ‘independientes de prestigio’… un término clásico en la reciente historia política española en el que suele caber casi todo, según la circunstancia. No se incorporaría a miembros de Podemos, pero sí a personas controladas por esa formación. Dos ministros que, según distintas fuentes, se situarían en Igualdad y Educación, no en Trabajo, como se ha filtrado desde el entorno de Iglesias.  ‘Lo importante es tener una base parlamentaria amplia y avanzar en justicia social’, según ha aclarado al término de la reunión…. y tener un par de Ministerios, claro. Que de eso se trataba desde el principio. Al menos en lo icónico, el presidente cuidaba las formas: corbata morada de difícil encaje con el traje que llevaba, pero en señal de respeto a los compañeros del ‘ala izquierda’. Iglesias correspondía con un indefinible jersey que le daba un aire muy de vuelta a sus esencias vallecanas.

‘No es no’… ¿y nuevas elecciones?

Por la tarde, escasas sorpresas. Rivera y Casado verbalizaron el ‘No es no’, que hiciera célebre Sánchez allá por 2016, cuando se opuso a la investidura de Mariano Rajoy. Ni votarán a favor, ni se abstendrán. Casado sigue echando en falta en el PSOE para qué quieren gobernar, habida cuenta de su escaso apoyo parlamentario. Reconoció eso sí el líder del PP que si Sánchez no sale en primera vuelta saldrá en segunda. Gracias a Podemos, pero saldrá. Y no dejó pasar la oportunidad de denunciar el extraño pacto navarro, en el que los socialistas de aquella comunidad deberán, de una u otra forma, llegar a una entente con Bildu para armar el complejo puzle que allí dejaron las urnas. 

Rivera hizo hincapié en que Ciudadanos estará donde se le requiera para las cuestiones de Estado, pero que no tragará con el ‘sablazo’ fiscal o con cesiones a los nacionalistas. Nada nuevo bajo el sol. 

Así las cosas, se aleja el escenario de una repetición electoral… pero no del todo. Repito que el PSOE y Podemos SOLO suman 165 escaños. Y el resto, deberá negociarlos el grupo socialista ‘a cara de perro’. Escaño a escaño. Con Revilla y los cántabros, con el PNV… y veremos si con alguna ‘ayudita’ por parte de ERC, ahora que el juicio que se ha seguido en el Tribunal Supremo contra los encausados por ‘procés’ toca a su fin.

El ‘lío’ de Madrid

En Madrid, en lo que a su Ayuntamiento y a la Comunidad se refiere, la situación es si cabe más endiablada. Nada sabemos con certeza acerca de si las posibilidades de Begoña Villacís para ser regidora de la capital crecen o si será finalmente el popular Almeida el sucesor de Carmena.  El lío en la Asamblea no es menor ya que Ciudadanos ha roto en parte su cordón sanitario con Vox facilitándoles un puesto en la mesa a cambio de la presidencia de la Cámara para el naranja Juan Trinidad, pero ha manifestado su malestar -no sabemos si romperá la baraja- porque el PP y los de Monasterio hayan pactado ‘a escondidas’ la entrada de los populistas en el futuro gobierno regional.

Todo pues en el aire… ¡hagan juego señores! 

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