PARACAIDISTAS EN POLÍTICA:
Tranquilos amigos, no me he vuelto loco. La foto elegida para este artículo y su titular no es casual. Es una frase escuchada en los últimos días en los pasillos del congreso cuando he preguntado a diputados por su opinión sobre el tema de la semana, la elección del Pedro Sánchez de lanzar a la primera línea de la política a su amigo Pepu Hernández, ex entrenador del equipo nacional de baloncesto que ganó el Campeonato del Mundo y en general sobre la entrada en política de famosos sin ninguna experiencia en política y en la gestión pública.
No se trata de un fenómeno nuevo, pero en los últimos tiempos asistimos a una revitalización de la entrada en política de famosos o de personas ajenas al mundo de la actividad pública. Se les llama,despectivamente, ‘paracaidistas’ pero… ¿qué tiene de malo que figuras que han triunfado en otros ámbitos, y que han demostrado su capacidad de proyectar el éxito y el talento con mentalidad ganadora, prueben suerte en este duro y difícil ámbito? La única condición que debe ponérseles es que se preparen a conciencia y que se tomen muy en serio su responsabilidad: la que contraen con las formaciones que confían en ellos, pero sobre todo la que adquieren con las instituciones que aspiran a gobernar y con los ciudadanos que aspiran a representar. Para ello no hay otro camino, insisto, que la formación y un elevado sentido de la responsabilidad, de la disciplina y de la honestidad.
¿Es una buena idea para los partidos realizar este tipo de apuestas o es contraproducente? ¿Está preparado el famoso o famosa de turno para caer de bruces en lo que de selva tiene el mundo de la politica, con su dureza, competitividad y, por qué no decirlo, ‘navajeos’ y zancadillas? ¿Guardan estos famosos en muchos casos ‘muertos en su armario’ -como ya vimos con Màxim Huerta- que les inhabiliten ante la opinión para ser elegidos como responsables de un Ayuntamiento o de un Ministerio?
¿Quién les manda? Con lo bien que estaban en su actividad privada…
El último y más reciente episodio de ‘paracaidistas’ en política es el de ‘Pepu Hernández’, promovido directamente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como candidato socialista a la alcaldía de Madrid, con unas encuestas en caída libre. Ha sido un ‘dedazo’ con polémica incluida porque a las 24 hora de conocerse su designación, parte de las bases del PSOE en Madrid estallaban contra quien consideran claramente un intruso -alguien sin carnet ni vida de militancia en su formación- y lo que es peor, El Confidencial, destapaba un presunto escándalo fiscal del ex-seleccionador de baloncesto -que habría tributado a través de una sociedad para ahorrarse impuestos- que Hernández tendrá que aclarar.
La pregunta que se hace el personal es sencilla: ¿qué necesidad tenía ‘Pepu’ de meterse en este ‘berenjenal’ de la política. Desde luego, por dinero no será, puesto que ya ha ganado mucho como profesional del deporte. ¿Afán de notoriedad? ¿vocación se servicio? Ya veremos. De momento, muchos otros se preguntan con razón qué planes tiene ‘Pepu’ para modificar -si es que los tiene- el proyecto de Carmena, ‘Madrid Central’, que idea va a ofrecer a la ciudadanía para resolver el eterno caos de la movilidad en una capital como esta o cómo piensa seguir reduciendo la deuda del Ayuntamiento. Aunque claro, un famoso no tiene por qué ser experto en política municipal o en control del gasto público o en urbanismo. ¿Habrá pensado en ello Pedro Sánchez o es que en el mundo de hoy la actividad pública se va a reducir tan solo a ‘fotos’ de impacto, sin contenido real?
Esperemos que no ocurra con Hernández lo mismo que con Ruth Beitia, cuyo paso por la actividad pública, o por la intención de presentarse para ser elegida -en su caso como presidenta de Cantabria por el PP- ha sido tan fugaz que no ha durado ni dos semanas completas. Beitia, inmensa atleta y ganadora de casi todo en salto de altura no ha dado el salto de prepararse mínimamente para lo que le caía encima. Cuantas veces hemos dicho a grandes deportistas, dentro y fuera de nuestro país: ‘¡Qué jueguen al futbol (o lo que practiquen) pero que no abran la boca, por favor!’ La fallida candidata se hizo ya el primer día un enorme lío en torno a las diferencias entre la violencia de género, contra las mujeres por el hecho se serlo, con la que podían sufrir los hombres… o los animales (sin comentarios). Tuvo que apartarse fulminantemente de la carrera ‘por razones personales’.
Cantó y Duque: dos ejemplos de éxito
Pero no siempre ocurre así; a veces, los ‘paracaidistas’ de la política, vengan de donde vengan, no solo no ‘meten la pata’ ni se estrellan, sino que con su ejecutoria se transforman en rotundos referentes de éxito. Qué decir, por ejemplo, del actor Toni Cantó, primero con Rosa Díez en UPyD y ahora como diputado en Ciudadanos. Es uno de los parlamentarios más activos y exitosos del grupo de Albert Rivera y algunas de sus intervenciones han sido celebradas por su coraje y capacidad oratoria, como aquellas en las que criticaba la ilícita imposición del catalán y del valenciano frente al español en ambas comunidades. Cantó no tiene pelos en la lengua, es crítico, pero además es muy inteligente. Utiliza bien sus recursos y sus ‘tablas’, nunca mejor dicho, para ser uno de los diputados más brillantes. De vez en cuanto puede meter la pata, pero su balance en política es positivo.
Aunque para ‘paracaidistas’, el caso extremo es el del astronauta Pedro Duque. Uno de los personajes españoles más respetados a nivel mundial y que, sin embargo, en España creo que no valoramos lo suficiente. Cuando viajó por el mundo, ya sea impartiendo conferencias o en mi trabajo como entrenador de líderes, todos me preguntan lo mismo: ¿cómo es tener a un astronauta como ministro de Ciencia y Universidades? ‘Muy gratificante’, respondo siempre, porque pondrá a la investigación y a la ciencia españolas ‘en el mapa’ y en el lugar que se merecen. Una pena que a veces se le haya criticado por unas presuntas dificultades oratoria que no son tales, y responden solo a su mayor costumbre de expresarse en inglés -vivió y trabajó muchos años en EEUU- y a la timidez de un personaje que, además, como buen científico, prefiere dar por no respondida una pregunta cobre cualquier cuestión relativa a su gestión, si no ha sopesado y evaluado antes todas sus variables, en vez de ‘meter la pata’, como si hacen otros cargos públicos.
En EEUU, las cosas son distintas; también hay fracasos y éxitos, pero tienen sus características específicas.
Arnold Schwarzenegger, campeón del mundo de culturismo, y uno de los actores más taquilleros de la historia por su serie, ‘Terminator’, ha acabado después siendo un controvertido pero exitoso gobernador de California. Él tenía mentalidad ganadora y supo proyectar éxito, y lo aplicó al mundo del deporte, al cine, y la política. Y ahí sigue; que a nadie extrañe si un día decide dar el paso de optar a la presidencia de los Estados Unidos.
Por mirar al otro gran partido estadounidense, el partido demócrata, Angelina Jolie está preparando su entrada en primarias… y yo, la aplaudo con todas mis fuerzas. Angelina es una extraordinaria actriz, pero nunca ha dejado de volcarse con los más necesitados, con los niños que sufren en áreas olvidadas del planeta, como algunas de las zonas más pobres de África.
En mi amada Italia, la mítica ‘Cicciolina’, pasó del mundo del ‘porno’ a la política. Consiguió ser diputada en 1987. Los verdes y los radicales se la rifaban porque su aportación, muy lejana de la ‘antipolítica’ que hoy desgraciadamente sufrimos en algunos puntos del espectro, era la de acercar la actividad pública a los ciudadanos en forma de protesta, de huida de los convencionalismos de las élites que gobernaban de espaldas al pueblo. Duró poco, pero marcó una impronta personal y propia que luego otros han emulado.
No sabemos que éxito tendrá la operación Pepu para el PSOE. Lo que deseo es que se lo haya pensado bien y se prepare a conciencia. Los experimentos, de los que está llena la política actual, casi nunca funcionan. Lo más importante es la preparación. Busque, si no lo ha hecho ya, unos asesores que le ayuden a quemar etapas y en pocos días, semanas, le preparen a ser un candidato exitoso y brillante, no una simple operación de marketing, un golpe de efecto.