UN DISCURSO MESURADO Y LLENO DE EQUILIBRIOS: EL CAMBIO EN ANDALUCÍA ECHA A ANDAR ENTRE PROTESTAS EN LA CALLE

UN DISCURSO MESURADO Y LLENO DE EQUILIBRIOS: EL CAMBIO EN ANDALUCÍA ECHA A ANDAR ENTRE PROTESTAS EN LA CALLE

‘Hoy es el primer día del cambio en Andalucía’. Con esta firmeza, preñada de ilusión, remataba su discurso Juanma Moreno Bonilla, al término de la primera jornada del Debate de Investidura a la presidencia de la Junta de Andalucía.

Ha sido una pieza oratoria intensa, redonda, lírica y algo pomposa, manteniendo los equilibrios perfectos para ser respetuoso con quienes serán sus socios de gobierno durante los próximos cuatro años, los ‘naranjas’ de Juan Marín, y los que -no le ha quedado otro remedio- tendrán que apoyarle con su voto en el Parlamento cada vez que quiera sacar adelante las leyes que vertebren su mandato, los 12 diputados de Vox.

Gestos de altura, para ser el presidente de todos

Moreno, nobleza obliga, ha tenido también gestos para quienes se opondrán a él en la legislatura que está a punto de comenzar: los socialistas, que han gobernado durante 36 años aquella comunidad y la marca de Podemos en Andalucía: ‘Adelante Andalucía’. Ha llegado a decir, en un pasaje que me ha sorprendido gratamente, que a pesar de los errores que hayan podido cometerse por gobiernos anteriores, está seguro de que se han hecho siempre con la mejor voluntad. No es frecuente este tipo de gestos en la política de hoy en día y dan prueba de la altura de miras de un líder que se presenta así con hechuras de estadista y no de simple dirigente de una opción política que ha tenido la suerte de llegar al poder.

Caminando en el alambre…

Moreno no ha eludido ningún asunto, aunque, como he dicho, ha manejado algunos términos como un buen ‘funanbulista’ de la política: se ha mostrado defensor de la familia… ¿de cuál? ¿solo de un modelo de la misma? ¿solo de la tradicional? Iremos viendo. Ha pedido además el ya casi presidente de la Junta sacar del debate político la violencia de género… bien está, pero repito el mensaje que llevo semanas abanderando: ni un paso atrás en los derechos adquiridos, que son derechos humanos inalienables que ha costado mucho conseguir. Millones de pares de ojos estarán vigilantes respecto a las nuevas políticas que se vayan diseñando desde el Palacio de San Telmo. Por lo demás, como no podía ser de otra manera, ha condenado el ‘maltrato’, pero sin aclarar si se refería al maltrato de la mujer o su apreciación era general. Yo, mis seguidores ya lo suponen, hubiera deseado mucha mayor precisión en estos conceptos, pero es el difícil arte de los acuerdos en política y como italiano, con la larga escuela que existe en torno a esto en mi país, lo sé muy bien.

Como he dicho, el flamante ‘casi ya presidente’ ha tenido un excelente gesto con el ejecutivo saliente; pero su intervención no ha estado exenta de advertencias a los socialistas, en general, y a Susana Díaz, en particular: ‘Que nadie intente desestabilizar al nuevo gobierno porque fomentar la crispación y la división social, aparte de una grave irresponsabilidad, va en contra de los principios de libertad y concordia consagrados en la Constitución’. Ha proseguido Juanma Moreno contestándose a sí mismo, valga el recurso estilístico, al considerar normal la resistencia de quienes han ocupado el poder durante casi cuatro décadas y ahora pierden la que ha constituido su ‘cómoda posición’. Y ha pedido cortesía o, al menos, respeto institucional por su labor… y algo más importante: que nadie olvide que quiénes han colocado a cada quién en este nuevo tiempo político en el espacio que ocuparán durante los próximos cuatro años han sido los andaluces. Unos andaluces que, por encima de otras consideraciones, han

impuesto a sus políticos la obligatoriedad del diálogo, al no dar una mayoría clara a ninguna de las opciones en liza. Por ello, Moreno, ha prometido que hará de ese diálogo el ‘eje’ de su ejecutoria… un diálogo, ha aclarado, en un guiño tal vez obligado a los parlamentarios de Vox, ‘sin cordones sanitarios’: ‘No renuncio a hablar con nadie’. Soy una persona normal y voy a gobernar desde la normalidad.

La oposición y la ciudadanía, atenta y vigilante

Mientras esto ocurría, fuera, a las puertas del parlamento, varios centenares de personas enarbolando banderas LGTBi y coreando lemas en defensa de la igualdad y de los derechos de la mujer, recordaban al que en pocos días será ya presidente a todos los efectos, que estarán muy atentos. Estoy seguro de que el bueno de Juanma Moreno no va a defraudar a nadie. O que, al menos, hará todo lo posible por conseguirlo. Suerte al nuevo presidente.

 

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