Y EN ESTO, LLEGÓ PEDRO SÁNCHEZ Y MANDÓ PARAR….A QUIM TORRA

Y EN ESTO, LLEGÓ PEDRO SÁNCHEZ Y MANDÓ PARAR… A QUIM TORRA

El Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto pie en pared y ha comenzado, de manera seria y efectiva, a decirle a Quim Torra que hasta aquí hemos llegado.

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, encargada por el presidente de ser la ‘cara y la voz institucional’ frente a este órdago enloquecido, ha pedido al ejecutivo autonómico catalán y a su responsable, el títere de Puigdemont, que ejerza -tal vez podría haber dicho- que empiece a ejercer su mandado con responsabilidad.

Tras el infierno vivido este fin de semana en numerosos puntos de la comunidad catalana, con cortes de autopistas, levantamiento de peajes y unos descontrolados autodenominados CDR (Comités de Defensa de la República) descontrolados, auténticos comandos de ‘filoterrorismo urbano’ de baja intensidad, pero de violencia creciente y frente a los que los Mossos han demostrado un celo manifiestamente mejorable, la primera prueba de fuego será la que vivamos el próximo 21 de diciembre.

Para esa fecha está convocado un Consejo de Ministros extraordinario que, pese a quien pese, se celebrará. Lamentable por cierto la descoordinación comunicativa en el seno gubernamental, con un José Luis Ábalos que, en un desayuno en Madrid a primera hora del martes 11, dejaba la puerta abierta a una posible suspensión: ‘No hay que empecinarse…’ y una Carmen Calvo que, pocas horas después, desmentía al ministro de Fomento y número tres del PSOE al afirmar, tajantemente, que la reunión del Gabinete tendrá lugar en la Ciudad Condal, tal y como estaba previsto.

Tres cartas, tres, para vergüenza y advertencia de Torra

Todo esto ocurre apenas 24 horas después de que el Ejecutivo central iniciara una ofensiva, creo que, sin apenas precedentes en nuestra reciente historia política, en forma epistolar. Hasta tres cartas remitieron ayer distintos miembros del Ejecutivo al ‘Govern’ reprendiéndoles por la situación de caos y desgobierno que se vive ya, sin paños calientes, en cuatro provincias tan españolas como Cáceres o Toledo. La más contundente, sin duda, fue la enviada por Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior. Y ello porque es la que señala con mayor nitidez cuál puede ser la dirección de la ‘aguja de marear’ del Gobierno si el órdago anticonstitucional y los desórdenes públicos continúan. Marlaska expone, negro sobre blanco, el detalle de estos actos subversivos y los califica como ‘una grave perturbación del orden público y de la seguridad del tráfico, con riesgo para personas y bienes’. ‘Los Mossos’, remata el responsable de Interior, ‘no han ejercido su función’. Durísima misiva, como se ve. Más rotunda aún, si cabe, es su advertencia: de no reaccionar el consejero Buch y el propio Torra, ‘se ordenará la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cuando proceda y en los términos de proporcionalidad y necesidad’. 

Las otras dos misivas han sido remitidas, una por la vicepresidenta Calvo y otra por el ya citado Ábalos. En ambas, se transmite la ‘inquietud’ del Ejecutivo y se advierte de las consecuencias ‘de los posibles incumplimientos del ordenamiento jurídico que se hayan producido’. Más en el terreno de lo concreto, la epístola del titular de Fomento expresa un profundo malestar por el daño que se hace a Cataluña y a España y exige que ‘se atiendan las reclamaciones de los afectados’

El Gobierno de Torra, que en la mañana del martes reaparecía de su ‘ayuno solidario’ de cuarenta y ocho horas para solidarizarse con los políticos presos, ha adoptado la posición de ‘adolescente herido’, haciéndose el sorprendido y el ‘ofendidito’: ‘Hay otras vías’, ha dicho la portavoz Artadi con cara de circunstancias y gesto, sobreactuadamente grave. Una Elsa Artadi que ha pedido -no está en condiciones de exigir nada- que ‘se aleve la vía del 155’ porque hay otras medidas, como seguir explorando el diálogo político… ¿de qué diálogo habla, cuando una de las partes, la independentista, se ha hartado de repetir que no aceptará otra solución que no sea la de que los presos salgan a la calle?

PP y Ciudadanos aprietan

La oposición en el Congreso, por su lado y como no podía ser de otra manera, está apretando al Gobierno de Sánchez en las últimas horas para que dé un paso al frente y aplique de nuevo el artículo 155 de la Constitución. Dolors Monserrat, portavoz del PP en la Cámara Baja, ha definido al supremacista Torra como el ‘agitador número uno de la Kale Borroka’ en su comunidad. Y Albert Rivera se ha lamentado en un tono, tal vez, exageradamente lastimero, y ha declarado que ‘El Estado nunca debería haber abandonado a los españoles en Cataluña’. Joan Tardá, uno de los portavoces de ERC -este martes echamos en falta a Gabriel Rufián- ha hecho ‘como -que-templaba-gaitas’ y ha pronunciado, con una solemnidad que en él no recordábamos: ‘No vamos a perder los nervios’. Un Tardá que, por cierto, ya en la tarde del martes, defendía… ¡la vía escocesa’. Sería para reír, sino fuera porque el asunto es de la máxima gravedad.

¿’Vía eslovena’? ¿Balcanización de Cataluña? Una salvajada

Lo cierto y verdad es que, la ‘vía eslovena’, que proclama ahora el imprudente y radical Torra, es una barbaridad. Permítanme: una salvajada. Costó más de 60 muertos que se suman a los miles de muertos en toda la exYugoslavia. Porqué la de Eslovenia fue el primer acto de una pieza bélica que se prolongó desde 1991 hasta 1995 y que dejó carnicerías en distintas zonas de la exYugoslavia que prefiero no recordar, o al menos ahorrarles en este artículo.

¿Eso es lo que quiere Torra? ¿Pretende una limpieza étnica en toda regla como la perpetrada por los serbios y los bosnios en aquella tierra pocos meses después de la independencia eslovena? Si es así, que lo diga. Pero que diga también que pretende hacer con ese 52 por ciento -al menos- de catalanes que no son independentistas. En Eslovenia votaron SÍ en el referéndum el 95 por ciento de los eslovenos, el país no estaba dividido. Yo se lo voy a decir a ustedes lo que va a hacer el ortodoxo y xenófobo Torra: NADA. Ni pretende ni podrá hacer nada porque en España existe un Gobierno democrático, constitucional y con el arrojo y la responsabilidad suficiente como para impedir que estos locos conduzcan, directamente, a Cataluña a una guerra fratricida. 

Cuanto antes lo entiendan Torra, Puigdemont y sus secuaces, mejor será para todos. Aún a pesar de que su chantaje presupuestario salga adelante y Pedro Sánchez tenga que disolver las Cámaras por no poder sacar adelante las cuentas de la Nación para 2019. Es igual. Con el Estado, con la convivencia libre y democrática y con la paz de 46 millones de españoles y casi 8 de catalanes, no se juega. Lo más probable, y lo digo también con la vista puesta a las citas electorales del año que viene, si el órdago sigue y va en aumento la actitud violenta en la calle de los CDR, que volvamos a un 155 que será todavía más duro. A Sánchez, os lo aseguro, no le va a costar ponerlo en marcha si fuera necesario. 

Deja un comentario