PARA EL PAPA FRANCISCO LA HOMOSEXUALIDAD ES UNA MODA, UNA TENDENCIA

Papa Francisco: ¡qué gran decepción! Ahora resulta que la homosexualidad es una tendencia, una moda. Amigos y amigas, que lo sepáis……¡estoy de moda! NO, no nací gay, como mola ser homosexual aquí me tenéis, un hombre de moda.

El pasado jueves 29 de noviembre, mientras participaba en la emisión de ‘Al Rojo Vivo’, el programa dirigido y presentado por Antonio García Ferreras en ‘La Sexta’, tuve la oportunidad de contestar en directo a las palabras de Luis Argüello, el nuevo Secretario General de la Conferencia Episcopal Española. Argüello, en la que era su primera comparecencia ante los medios después de su nombramiento, comentó que la Iglesia necesita cambiar o mejorar sus sistemas de selección y que los sacerdotes tienen que ser ‘enteramente varones heterosexuales’. 

Un insulto intolerable

Se trataba de una clara, además de ofensiva e insultante insinuación de que los homosexuales NO somos enteramente varones. No puede contenerme y le contesté: ‘Soy enteramente homosexual y mucho más varón que el’.

Esperaba que las palabras de Luis Argüello quedaran tan solo en una absurda y rechazable opinión personal, y que no constituyeran, en absoluto, el reflejo de una tendencia mucho más amplia entre las más altas jerarquías de la Iglesia Católica. ¡ME HE EQUIVOCADO!  

Acaba de ver la luz un libro titulado: ‘La forza della vocazion’. Una obra en la cual el Papa Francisco mantiene con Fernando Prado una serie de conversaciones sobre la vocación y la situación de la Iglesia.

En el capítulo en el que se habla de los criterios de selección a la hora de elegir candidatos para la vida religiosa, el Papa Francisco afirma literalmente: ‘No se pueden admitir personas que no son idóneas, o personas con problemas bastante serios que creen encontrar una solución a los mismos en la vida consagrada’. También comenta el Pontífice que, no solo hay que seleccionar bien a los candidatos, sino también vigilar mucho mejor como se van desenvolviendo en los años siguientes. 

Hasta aquí, parece bastante razonable y comprensible. Pero debo continuar afirmando que lo que me ha herido, lo que me ha sentado fatal y que de alguna forma viene a dar sentido intrínseco a las palabras de Luis Argüello, que tanto me han escandalizado, es lo que añade el Papa a continuación; cuando se refiere a la homosexualidad y a la vocación: ‘La Iglesia no puede admitir, ni en el Seminario ni en las órdenes sagradas a los que practican la homosexualidad, a los que presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la llamada cultura gay’.

Estas palabras han sido para mí una autentica bofetada, y una triste y dolorosa rectificación interna acerca de la idea que yo albergaba de este Papa. ¡NO, no quiero hacerme cura, no me ha decepcionado por esto! Siempre he apreciado su mentalidad abierta, sus palabras, su preferencia por la construcción de una iglesia del pueblo que fuera el reflejo real de la sociedad y no solo un esclerotizado y jerárquicamente arcaico castillo de naipes, útil solo para quienes ocupan cómodamente sus vértices. 

Papa Francisco: ¡qué gran decepción!

El Papa Francisco me había parecido, hasta ahora, un auténtico revolucionario capaz de devolver la Iglesia Católica a la gente, a los pobres, a los más necesitados… a sus auténticos destinatarios y a quienes más la necesitan. Por todo esto se había enfrentado a la línea más ortodoxa y ultraconservadora de la Institución. Pero sus palabras sobre la homosexualidad me parecen totalmente equivocadas. ¿Por qué un homosexual NO puede tener vocación por la vida religiosa? ¿Por qué un homosexual NO puede entrar en un seminario y ordenarse sacerdote, o hacerse monja? ¿Dónde está el problema, en la tendencia sexual o en practicar el sexo en el celibato? ¿Se está insinuando que a los gays les cuesta más mantener ese celibato que a las personas heterosexuales, o que no pueden controlar sus instintos? ¿Qué harán con los curas y mojas gays, la echarán de las Iglesias y conventos? ¿Vaciarán el Vaticano de los que claramente demuestren tendencias homosexuales?

Preguntas absurdas que me dejan totalmente avergonzado y a las cuales no puedo no contestar.

Locura compartida

Parece que los prejuicios del Señor Argüello no son solo suyos, sino que son ampliamente compartidos por una Iglesia que sigue dando un paso adelante y dos para atrás. ¡Con todo lo que tienen que callar muchos purpurados! ¡Con todos los escándalos que la sociedad a tenido que aguantar -y sigue soportando- sobre denuncias que no cesan acerca de curas pederastas, de obispos incluso que han arruinado la vida, el futuro y las esperanzas de miles de jóvenes de los que han abusado desde su más tierna infancia! Una locura… una incomprensible esquizofrenia, con todo lo que sabemos, a día de hoy, tener que leer estas cosas, en pleno siglo XXI ¡Una pena!

Todo mi cariños a todos mis amigos curas, religiosos y gays que desde ahora en adelante pasan a ser eclesiásticos de segunda.

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