Quizás desde España es difícil entender el desafío tan brutal que él gobierno italiano ha desatado con Bruselas y la Unión Europea. Sin embargo conociendo los personajes protagonistas de este nuevo thriller de la política internacional y la ideología del nuevo nacional populismo italiano e internacional, todo resulta más fácil.
Estamos en frente a una batalla que se juega en el terreno económico pero especialmente político.
Salvini y Di Maio seguirán utilizando los NO de la UE a los PGE para su especial propaganda electoral interna que por el momento tiene un éxito considerable en la población italiana. Las últimas encuestas vaticinan para la Lega más del 30% de votos y el Movimento 5 Stelle sigue manteniendo sus posiciones.
La respuesta del líder de la ultraderechista Liga y ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, a la carta llegada desde la Comisión Europea, no se ha hecho esperar y ha sido dura, contundente, llena de ira y demagogia.
«Si se empeñan a darnos bofetones a lo mejor lo que consiguen es que decida dar todavía más dinero a los italianos». «Todas las decisiones tomadas en Bruselas en los años pasados no han conseguido otra cosa que hacer crecer nuestra deuda en 300.000 millones de Euro».«Estamos aquí para mejorar la vida de los italianos, me parece un ataque lleno de prejuicios (…). Es un ataque a la economía italiana porque alguno quiere comprar nuestras acciones a bajo coste», agregó.
«Bruselas nos puede mandar 12 ‘cartitas’ de aquí a Navidad pero nuestros presupuestos generales NO cambiarán».
Salvini y Di Maio tienen muy claro que el aumento del gasto público es la única vía que tiene Italia para seguir creciendo y no consideran que tienen que seguir las reglas marcadas por Bruselas y que han llevado a Italia, según sus opiniones, a la crisis y al empobrecimiento de la clase media italiana.
Como ya es conocido Italia ha enviado a Bruselas unos objetivos para 2019 que prevén un déficit del 2,4 % del producto interior bruto (PIB), una deuda del 130 % del mismo y un crecimiento del 1,5 %, números que han horrorizado a la CE porque consideran que el crecimiento es demasiado optimista y se corre el riesgo de que el déficit y la deuda sean mayores.
Salvini dijo que «según las previsiones de Bruselas», Italia crecerá «un 0,9 %», pero aseguró que con los planes del Gobierno italiano se logrará un crecimiento mayor. Además tienen claro que estos PGE son aceptables y no son diferentes a los que otros años han presentado Francia, Alemania y España. Según Salvini y compañía, la UE rechaza los PGE italianos más por razones de rechazo político al gobierno de Roma que por razones puramente económicas.
«¿Cómo pagas la deuda con un crecimiento del 0,9 %? Nosotros proponemos una receta distinta porque apostamos por el crecimiento de Italia», subrayó.
Mientras tanto el invisible Primer Ministro Italiano Conte, hoy tiene previsto un encuentro bilateral con Putin en Rusia. Fundamental para entender la situación italiana y su órdago a la UE es prestar atención a las relaciones, cada vez más estrechas, entre Moscú y Roma. Salvini, como antes Berlusconi, ve en Putin un aliado fundamental. Que el conflicto entre Roma y Bruselas se alargue y recrudezca, es una posibilidad más que probable.
Los políticos italianos se suelen mover estupendamente en el caos, mientras los ‘burócratas’ de Bruselas sufren mucho la indisciplina de sus miembros. ¿Quien ganará la batalla?