EUROPA SE HARTA DEL DESCONTROL DE SALVINI Y DI MAIO
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Por si a alguien quedaban dudas, el Eurogrupo ha hablado. Y lo ha hecho alto y claro. Italia, tendrá que cumplir.
‘Los planes presupuestarios presentados por el Gobierno italiano no parecen compatibles con el Pacto de Estabilidad’. ‘La desviación es significativa’. ‘Las noticias de Roma no son muy tranquilizadoras’. Como se ve, un lenguaje diplomático envuelto en perífrasis y cierta suavidad en el tono pero que no deja lugar a las dudas en cuanto a la dureza del contenido. NI el comisario Moscovici ni los titulares de finanzas de la Eurozona, sobre todo el holandés y el finlandés, tuvieron pelos en la lengua a la hora de ‘leer la cartilla’ al responsable de la economía de mi país, Giovanni Tria. Este, aguantó como pudo el chaparrón y esbozó tímidas promesas de tener la situación bajo control y de que, a pesar de elevar el déficit público ocho décimas por encima de las exigencias de Bruselas, nada grave ocurriría. Pero fue en vano.

Una deuda desbocada
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En realidad, el problema de Italia no es el déficit público; incluso aunque este se elevara hasta ese inadmisible nivel del 2,4 por ciento con el que el Eurogrupo no traga. El gravísimo desajuste de las cuentas del país transalpino viene del lado de su deuda pública: nada menos que un 130 por ciento… y subiendo. Y aunque Salvini y Di Maio quieran hacer y deshacer a su antojo, el resto de socios comunitarios no se lo pueden consentir. Italia no es Grecia, ni mucho menos. Y las turbulencias vividas hace años por causa de una economía, la helena, que no pasaba del 2 por ciento del PIB global de la Eurozona, serían una broma al lado de lo que se podría venir encima si no se embrida a este enloquecido gobierno populista italiano… enloquecido también en el orden de sus finanzas.
Europa se ha hartado del ‘aspirante mussolini’ que los italianos padecen como vicepresidente, Matteo Salvini. Y ha dicho basta. No quedará más remedio al gobierno de Roma que asumir sus responsabilidades y ordenar sus cuentas si no quieren que un tsunami financiero se los lleve por delante… y de paso, amenace a Europa entera. Conociendo Salvini, por el momento seguirá con su plan y desafío a la Unión Europea, veremos hasta a cuando.