En torno a la figura de Valls, lo primero que hay que señalar con rotundidad es que su caso es prácticamente inédito; NINGÚN POLÍTICO NATURAL DE UN PAÍS HA MUDADO A OTRO EXTRANJERO en puestos de una responsabilidad sobresaliente; Valls fue primer Ministro de Francia y ahora aspira, si se confirma esta tarde, a ser Alcalde de Barcelona. Si acaso, este fenómeno se ha producido en alcaldías de municipios menores y costeros, tal vez en el caso español algún británico pero poco más.
Esto plantea, de entrada, una cuestión legal algo vidriosa; en Francia, la ley prohíbe ser a la vez Diputado (Valls aún lo es de la Asamblea Nacional, aunque hace meses que no pisa por allí y aspira a ser alcalde sin haber abandonado su escaño… pero claro, alcalde de una capital de otro país); nada que objetar, aunque hay quien opina que la ética de la operación es regular tirando a nula.
POR SI ACASO, HA CARGADO LAS TINTAS A TOPE EN EL ANTIINDEPENDENTISMO. Y HA AGRADECIDO AL REY Y A EUROPA QUE EN ESPAÑA LOS IMPULSORES DEL PROCÉS NO SE HAYAN SALIDO CON LA SUYA.
Es inevitable que la hipotética oposición que tendría enfrente Valls, en el caso de que saliera elegido le consideren un oportunista; ya lo han expresado así los populares desde hace meses, lo dijo García Abiol, su líder en aquella época… también los socialistas, que se han negado a sumarse a la operación. Y es que Valls, es visto sobre todo como un oportunista porque llegó apoyándose en Albert Rivera y daba la sensación de que sería el candidato estrella de Ciudadanos. Enseguida hizo ver que no iba a ser así; que quería un movimiento transversal sumando a TODOS cuantos quisieran. Algo al estilo de Macron. Aunque el actual mandatario francés no quiere oír hablar del político hispano-francés ni en pintura; sobre todo porque tiene cierta fama de gafe… él fue quien terminó por hundir al PSF. En Francia se le considera un político FRACASADO y no se entiende muy bien que viene a hacer aquí; salvo que carezca de ingresos relevantes al margen de la política para ganarse la vida. De momento, ha cambiado de pareja y se ha dejado ver en los últimos meses con una señora muy adinerada.
Además, a diferencia de gentes como Macron, o según se ha insinuado -siempre presuntamente- Rivera en España, Valls NO TIENE APOYOS ECONÓMICOS sobresalientes. Ningún banco le financia; veremos a ver como lleva a delante su carrera electoral. Y ya de paso, a qué miembros de la sociedad civil incorpora… o mejor dicho, quiénes se prestan a ir de su lado. Esta tarde, a partir de las 19:00, tal vez tengamos pistas en forma de quienes sean las caras que le acompañen.