AQUARIUS, ENTRE LÁGRIMAS Y ABRAZOS EL PRIMER ÉXITO DEL GOBIERNO SÁNCHEZ
Consumada ya la primera gran decisión y, me atrevo a decir, el primer gran éxito del recién estrenado Gabinete de Pedro Sánchez cual ha sido la llegada de 630 migrantes al puerto de Valencia, conviene hacer algunas reflexiones para que el brillo de los flashes del momento no nos impida ver el fondo del complicado y poliédrico panorama con el que el Gobierno de España en particular y la Unión Europea en general deberán enfrentarse a partir de los próximos días.
Vaya por delante que, aunque solo sea por la ‘calidad’ de las voces que se han alzado en contra del presidente y su equipo, merece la pena ponerse de su parte. Por eso y, claro está, por la inaceptable inhumanidad que hubiera supuesto dejar morir, por enfermedad o inanición en alta mar a estas personas, 123 de las cuales son menores no acompañados cuya mera contemplación -esas caritas- a través de las imágenes de televisión sobrecoge el corazón hasta de los más indiferentes. He escuchado en los últimos días las indeseables voces del vicepresidente de mi país Matteo Salvini, ‘celebrando’ la no acogida de estos desdichados, o de la supremacista Marine Le Pen alertando a su presidente, Macron, sobre la posible llegada de algunos de ellos a territorio francés. Asco y repugnancia son las dos palabras que mejor definen el sentimiento que producen en mí ese tipo de pronunciamientos públicos.
Tras el éxito…¡cuidado!
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A partir de aquí, comienzan los interrogantes. La recién estrenada oposición del Partido Popular, representada el domingo por una de sus portavoces, Andrea Levy, pedía pasar de los gestos a los hechos, en forma de una política articulada a nivel europeo para dar respuesta a estas situaciones. De igual forma se expresaban portavoces de Ciudadanos. Son afirmaciones tan genéricas que hacen, prácticamente imposible, estar en desacuerdo con ellas… pues en eso está el nuevo Ejecutivo: en dar una solución, individualizada, a cada uno de estos migrantes que, nunca lo olvidemos, no son meros números…sino historias humanas, trágicas en la mayoría de los casos. Pedro Sánchez y sus ministros saben, perfectamente, que ahora empieza lo duro. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, explicaba hace unos días a Carlos Alsina en Onda Cero el complejo y duro proceso legal que, necesariamente, se abre desde este momento para los recién llegados; disponen de tan solo 45 días -plazo de acogimiento extraordinario- para regularizar su situación. Caso por caso… uno a uno. Para aclarar también si quieren quedarse en España o prefieren optar a ser acogidos en otro país. Y para evitar ofrecer la incorrecta imagen a la opinión pública de que se trata de una regularización masiva.
Los contrincantes políticos del PSOE por la derecha, PP y Ciudadanos, como se ve, se han puesto frente a Sanchez. No sólo ellos. Un clima no desdeñable de opinión, contrario también a este gesto, brama en las redes y en la calle; y lo hace de dos formas distintas:
Una primera, macarrónica y surrealista, en la que pueden verse, vía ‘fakes’ distribuidos al efecto, a algunos de estos migrantes presuntamente fumando y portando teléfonos móviles en sus manos. Fotos con las que se quiere dar a entender que no eran los ‘desheredados’ que se ha intentado vender y algo aún peor: que todo habría constituido una gigantesca ‘operación de imagen’ a mayor gloria del presidente del Gobierno de España y sus ministros y ministras.
Una segunda, más ‘seria’, a través de la cual se está generando una corriente social crítica cimentada en el presunto ‘efecto llamada’ que podría tener la llegada el domingo de estos tres buques al puerto de Valencia, adobada por datos como el de que, en los últimos días, han llegado por el sur no menos de otros mil migrantes, rescatados por Salvamento Marítimo en aguas del Estrecho y de Alborán; un fenómeno que, por lo demás, es muy habitual en las costas, por ejemplo de Tarifa, con la llegada del buen tiempo estival y el final del Ramadán. Resulta poco creíble que este masivo desembarco, planificado por las mafias con mucho tiempo de antelación, haya sido motivado por la mera decisión de Pedro Sánchez de la pasada semana pero así se intenta ‘contra-escribir’ la historia.
No me cabe duda que todo esto es ya conocido y valorado por los flamantes pilotos de esta compleja nave llamada España.
El elogio ya está hecho. La recomendación, por mi parte, viene ahora; que este nuevo y voluntarioso equipo sea capaz de transformar estos bellos gestos, que la mayoría de la opinión pública de bien estoy seguro aplauden en políticas seria, bien articuladas y mejor comunicadas para que su efectividad sea plena y no quede en meros ‘destellos’ propagandísticos que nacen y mueren en pocos segundos.
España tiene la oportunidad de guiar los países del mediterráneo, del sur Europa a pelear para que la Unión Europea acabe con su hipócrita miopía que ha hecho del mare nostrum un vergonzoso cementerio. No podemos permitir que la extrema derecha xenófoba y racista cada vez más fuerte en Europa contamine los valores que tanto nos han costado sean nuestra bandera, nuestra espina dorsal.