‘GIGGINO’ DI MAIO: UN TERREMOTO POLÍTICO Y LA ÚLTIMA ESPERANZA PARA EL SUR ITALIA

‘GIGGINO’ DI MAIO: UN TERREMOTO POLÍTICO Y LA ÚLTIMA ESPERANZA PARA EL SUR ITALIA

Como no podía ser de otra manera, Italia, mi querido y gran país, ha vuelto a sorprender… a Europa y al mundo.

A falta de la definitiva asignación de escaños en el nuevo Parlamento, si hay una conclusión definitiva e incontestable de estos comicios legislativos del pasado domingo, 4 de marzo, es que el gran triunfador es el joven candidato Luigi Di Maio y su partido, el Movimento Cinque Stelle.

Tal y como habían vaticinado las encuestas, que en esta ocasión sí que han dado casi en el clavo, la formación -en su día antisistema- que fuera fundada por el cómico Beppe Grillo, se ha erigido como primera fuerza política, recogiendo buena parte del voto del descontento, del voto iracundo… del voto de los ciudadanos más castigados y que necesitan, como el aire que respiran, una esperanza.

Ello ha sido especialmente llamativo en el sur del país. Allí, en las regiones más deprimidas y olvidadas, ha triunfado un discurso ‘populista’, llamémoslo así, y un voto contra el ‘establishment’… contra la ‘casta’.
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El populismo, estúpidos… el populismo

Se trata de una estrategia política que no es novedosa, como todo el mundo sabe. Ya aupó, hasta en tres ocasiones, desde el extremo contrario del arco ideológico, al ex primer ministro Silvio Berlusconi, desde su irrupción en la escena política italiana a mediados de los noventa.

En esta ocasión, más de dos décadas después, las cañas se han tornado lanzas, como se dice en España, y el macarrónico Berlusconi, poliédrico y controvertido personaje, por el que siento un nulo aprecio -personal y humano- ha sido, junto a Matteo Renzi, el gran perdedor. Y es que, como yo acostumbro a decir, ‘al fondo a la derecha siempre hay sitio’ y el ‘excavaliere’ ha sido en esta ocasión vapuleado por su principal socio; la xenófoba y euroescéptica ‘Lega’, antes llamada Liga Norte, que tras estos comicios se erige como la opción principal dentro de la coalición de centro derecha, con más de cuatro puntos de ventaja sobre ‘Forza Italia’.

Salvini ha doblado el brazo a Berlusconi, su mentor. Su política xenófoba, populista, antieuropeista e inspirada en el Frente Nacional de Le Pen, entre otros partidos de extrema derecha en Europa, ha sido la fuerza más votada en el centro norte de Italia, incluso en Emilia y otros, hasta ahora, feudos de Renzi y del PD.

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La izquierda anulada

El Partido Democrático (PD), que lideraba la coalición de centro izquierda, ha visto desvanecidas sus opciones -que ya la demoscopia aventuraba escasas- de dirigir el nuevo el Gobierno, tras hundirse por debajo del diecinueve por ciento de los sufragios.

El alumbramiento de un líder

Pero… ¿quién es Luigi Di Maio?…
‘Giggino’, tal y como le llama su ‘mamma’ y le conoce su entorno más cercano, nació en 1986 en Avellino, una de las muchas capitales de provincia del sur de Italia, dominadas por el paro, el deterioro económico y, en este caso, la camorra.

Di Maio, hace tan solo cinco años, pasó de ser un anónimo estudiante universitario con buenas esperanzas y muchos sueños, a convertirse en el vicepresidente de la Cámara de Diputados más joven de la historia de Italia.  En otoño del mismo año, demostrando valentía y admiración por parte de los suyos, ganó la batalla para relevar a Beppe Grillo como líder del Movimiento Cinco Estrellas. Un ascenso inesperado por parte de quien, no solo no ha llegado a terminar una carrera universitaria, sino que apenas ha tenido experiencia profesional y de gestión política. Sin embargo, Di Maio gusta, gusta mucho. Proyecta éxito, simpatía … y un carisma especial. Gusta a los jóvenes y a los abuelos.

‘A la sombra del padre’

El líder de los ‘indignados’ italianos, admirador del ‘15-M’ español, llegó a la política seducido por el mensaje de Grillo que, con la ayuda del desaparecido empresario milanés Gianroberto Casaleggio, hace ya diez años, abrió un nuevo capítulo en la política italiana, dando voz y esperanza a estudiantes, a desempleados y a todos aquellos hartos de la mafia y de los privilegios en manos de la política tradicional, de ‘los de la casta’.
Supo hablar a la gente con un lenguaje llano, populista, sencillo, sin sofisticaciones estúpidas y, especialmente, sin una historia plagadas de corrupción y de mentiras.

El ‘Felipe italiano’

El año pasado, los afiliados dieron a ‘Giggino’ su confianza en unas primarias realizadas por internet y sin rivales. Grillo sabía que su tiempo había finiquitado. Entendía que el momento había llegado para intentar dar un asalto real al Parlamento y que él no podía ser el actor principal. Una decisión valiente y extraordinariamente importante porqué ‘Giggino’, a pesar de su falta de experiencia, ha conseguido en estos años darle la vuelta al partido, limando sus asperezas y borrando su incapacidad para proyectarse y ser percibida como alternativa de gobierno.  Y es que, el joven líder, ha conseguido unir el ‘toque’ asambleario, que tanto recuerda al español Unidos Podemos, con el dibujo de una organización mucho más estructurada y preparada para gobernar. Lo que en España se conoce como un ‘partido sistémico’. Una fuerza ‘de Estado’.

Siempre recuerdo, desde mi experiencia como asesor y analista político, el ejemplo español del PSOE de 1982. Mis lectores de más de cincuenta años me entenderán perfectamente.

Di Maio, no solo se ha consolidado tras esta victoria como líder absoluto de su partido -remember González 1982- sino que será ya recordado, por derecho, como el auténtico ‘mago’ de su extraordinaria metamorfosis. En castellano existe una palabra maravillosa que me encanta para definir a este tipo de personajes: ‘demiurgo’.

Este joven, de 31 años, ha conseguido transformar a una fuerza antisistema en toda una ‘maquinaria’, valga la aparente paradoja, moderada y preparada para afrontar y liderar los retos del futuro.
Y lo ha hecho además creando una fuerza transgeneracional, capaz de aunar el descontento de los jóvenes con la esperanza de los jubilados.

Ahora, lo que toca a las ‘estrellas’ es ‘hacerse mayores’… intentar gobernar… porque tras este victorioso envite electoral han entendido, creo respetuosamente que mejor que Unidos Podemos, que la lucha y la movilización no tiene sentido alguno si no conduce al poder.

‘Giggino’ proviene de una familia, desde siempre, movilizada e interesada por la política. Su padre es propietario de una pequeña empresa de construcción y militó en partidos de derecha, primero en el Movimiento Social Italiano, la formación creada por Almirante heredera del fascismo, y después en la Alianza Nacional. Su ‘mamma’, trabaja como profesora en un instituto y es simpatizante de la izquierda. Un buen ‘cocktail’, un ADN ideal para dar voz tanto a los decepcionados de izquierdas como a los de derechas.

Siempre fue muy mal estudiante. Se matriculó en Ingeniera y después en Derecho, sin acabar ninguno de los dos grados. Se ganaba la vida como camarero y azafato del estadio San Paolo de Nápoles cuando se cruzó con Beppe Grillo y su vida cambió de forma radical. En sus primeras elecciones como candidato consiguió un escaño con tan solo 26 años, cuando el partido se convirtió en el más votado en las generales de 2013, aunque sin la mayoría suficiente para poder gobernar. A pesar de ello, fue elegido Vicepresidente de la Cámara.

La antítesis de Beppe Grillo

Luigi Di Maio es la antítesis de Beppe Grillo.  Nunca se desprende de su corbata fina, de sus camisas claras y de sus elegantes trajes grises o azules.  Es sereno, asertivo, tranquilo, elegante y carismático. Maneja la comunicación verbal de forma impecable y nunca pierde la calma. Los medios de comunicación le quieren, las cámaras le buscan, en la calle y en las distancias cortas es humilde, cercano…. gusta a la gente. A pesar de manejar bastante mal la gramática italiana y de algunas meteduras de pata causadas por una cultura general más bien escasa, la gente le ha visto como uno de los suyos.

Ha sabido distanciarse de una política rancia y casposa que ha destrozado Italia y convertido el Sur de Italia en una de las zonas más pobres de Europa.
En 2016, la revista ‘Forbes’ lo incluyó en la lista de los hombres menores de 30 años más influyentes de Europa y en los últimos meses ha viajado a la City de Londres para reunirse con los Fondos más relevantes y los ‘gurús’ de las finanzas europeas. En Italia ha tenido encuentros con las más relevantes asociaciones empresariales, buscando apaciguar y convencer a todos de que ‘M5S’, ya era una opción de gobierno.

‘Giggino’ vive hoy su momento de gloria. Italia comienza desde ahora un periodo de incertidumbre que deja en las manos del Presidente de la República Mattarella dar sus primeros pasos para encontrar una ‘fórmula mágica’ que permita cuanto antes formar Gobierno… aunque NO estable… sería demasiado pedirle a un país que en 70 años ha tenido 66 ejecutivos.

Lo que es innegable es que Di Maio tiene una enorme oportunidad. ¿Será capaz de aprovecharla? En este caso me voy a mojar, sugiriendo a esta joven estrella intentarlo hacia la izquierda, con lo que queda del PD. Renzi hará de todo para que esto no ocurra, sin embargo, en el Partido Democratico, los que odian al florentino, que son unos cuantos, saben perfectamente que es una buena manera de quitarlo de en medio.

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